Lenny Kravitz es un músico integral. Un maestro lleno de influencias que van del soul al reggae pasando por el hard rock, la psicodelia o el folk. Una estrella con mayúsculas que detesta la fama pero que se ha ganado a pulso un lugar entre los cantantes más admirados del panorama mundial.
Aunque nació en Nueva York, Lenny Kravitz se crió y encontró su vocación en Los Ángeles. Según cuentan, de niño no era raro verle rodeado de ollas y palos experimentando con el sonido. Hijo de actriz y productor de televisión, el pequeño Lenny vio pasar por su casa a artistas como Duke Ellington, Ella Fitzgerald o Miles Davis.
Con este ambiente no es de extrañar que, ya de joven, Lenny apostara por ser cantante. Como en LA la cosa no funcionó decidió largarse con la música a Nueva York. Allí se enamoró de la actriz Lisa Bonet (la Denise del Show de Bill Cosby), se casaron y tuvieron una hija, Zoe. En lo musical buscó inspiración en clásicos como Led Zeppelin, Jimi Hendrix, Bob Marley o los Beatles y su estilo se volvió más fresco, alegre y auténtico.
Fue entonces cuando Virgin decidió apostar por él. Let Love Rule fue su álbum debut y uno de los éxitos de 1989. Además, por esta época, empezó a escribir para otros artistas. Y no le fue mal. El single Justify My Love que compuso para Madonna fue uno de los más vendidos del año.
Pero los tiempos felices acabaron. Su relación con Lisa empeoró y a principios de los ’90 se acabaron divorciando. El dolor por esta separación sobrevuela su segundo álbum, Mama Said, que cuenta con joyas como Always on the Run (en colaboración con Slash de Guns N’ Roses) o la exitosa It Ain't Over 'Til It's Over.
Sin embargo lo mejor todavía estaba por llegar. Su tercer disco, Are You Gonna Go My Way, en seguida fue considerado una obra maestra y acalló las voces de los que le tacharon a Lenny de estrella fugaz. Circus, su siguiente trabajo, fue acogido con entusiasmo pero no alcanzó el éxito de su predecesor. Decidido a reciclarse, Kravitz enfocó 5, su quinto álbum, hacia otras influencias. Así, el single Fly Away escaló en las listas y le valió un Grammy 1999 a la mejor voz masculina de rock.
Aprovechando este tirón, Virgin decidió sacar entonces el primer Grandes Éxitos de Kravitz. Quince canciones con lo mejor de su carrera. Una carrera todavía joven pero en la que este neoyorquino indomable ya ha demostrado estar entre los músicos más grandes de nuestro tiempo.
En el campo sentimental, después de romper su relación con Lisa Bonet, ha mantenido relaciones con mujeres tan espectaculares como la cantante Vanessa Paradis, la modelo brasileña Adriana Lima o la actriz Nicole Kidman.
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